Sé un buen padre y crece sin pánico
Cuando tengas un hijo, tu familia sentirá que la carga de educar al niño recae en la madre, y es asunto suyo para educar al niño. De hecho, no es así. Quienes más necesitan educación son sus padres. Los niños aprenden muchas cosas de sus padres que sus madres no pueden.
1. Sea un padre juguetón
El espíritu único de aventura y exploración de un padre puede liberar la naturaleza del niño, estimular el deseo del niño de explorar y despertar más posibilidades en el niño.
Un padre que no es ni grande ni pequeño y lleno de inocencia infantil es el niño más afortunado.
2. Ser un padre que aprende
Muchos problemas educativos parecen estar en los niños, pero en realidad sus "raíces" están en los adultos.
Si te tumbas en el sofá jugando con tu teléfono todos los días, también tendrás un niño tumbado en el sofá jugando con tu teléfono y viendo vídeos.
Esfuérzate por ser un padre que aprende. ¡Los ejemplos son más efectivos que las reprimendas!
3. Sé un padre agachado
Si tu hijo te evita, te tiene miedo, tiembla cuando lo mencionas y no se atreve a decirte cuando pasa algo, entonces definitivamente lo eres. no el indicado. Un buen padre.
Amar a los niños es una especie de instinto, y respetar a los niños es una especie de educación. También podrías arrodillarte más a menudo y escuchar la voz de tu hijo.
4. Sea un padre estricto
La tenacidad, la tenacidad y el sentido de responsabilidad de un padre se convertirán en el mejor libro de texto para sus hijos.
La actitud de un padre ante la vida es el mejor alimento y ejemplo para sus hijos, apoyándolos durante toda su vida.
5. Sea un padre considerado
Cuando los niños entran en el período rebelde, inconscientemente contradirán a los adultos. En la familia, el padre necesita más paciencia para tratar y explicar.
Dile a la otra persona qué hacer según el entendimiento de un hombre. Utilice paciencia, calidez y amabilidad para sacar al niño del precipicio.
6. Sé un padre razonable
Un buen padre sabe persuadir, hidratar las cosas con tranquilidad y dejar que sus hijos comprendan la verdad y distingan el bien del mal.
La buena educación es enseñar a los niños los principios y principios de la vida y el trabajo en un ambiente amable y firme.