Pu Shiyi era una élite empresarial en ese momento. Fue a Alemania con sus compañeros del pueblo para firmar un acuerdo comercial. Pero por algunas razones, quedó atrapado en el extranjero y no pudo regresar a su país. Para sobrevivir, tuvo que firmar un acuerdo de visita familiar con el cónsul alemán, es decir, hacerse pasar por pariente del cónsul para poder recibir ayuda en la vida.
Aunque el acuerdo para traicionar a sus familiares se firmó en circunstancias forzadas, Pu Shiyi no renunció a su dignidad y moralidad. Con su inteligencia y coraje, y con la ayuda de extranjeros, poco a poco cambió su situación y finalmente se ganó el respeto y la admiración de todos.
Esta historia tuvo mucha circulación en la época y se convirtió en una alusión a elogiar el coraje, la sabiduría y la perseverancia. Nos dice que incluso en situaciones difíciles, debemos mantener la dignidad y la moralidad, superar las dificultades mediante nuestros propios esfuerzos y sabiduría y realizar nuestro propio valor.