En primer lugar, los niños que obtengan buenos resultados en los exámenes recibirán las recompensas correspondientes. Con el desarrollo de la sociedad, todos se esfuerzan por ser una mejor versión de sí mismos, los padres también se esfuerzan por ser una mejor versión de sí mismos y los niños también se esfuerzan por ser una mejor versión de sí mismos. Pero cuando los padres ven a sus hijos, deben ser recompensados en consecuencia por trabajar duro para mejorar. Pero las recompensas no son recompensas ciegas. Deben ser coherentes con su propia solidez financiera y con si se pueden utilizar las cosas que sus hijos quieren. Satisfacer los deseos razonables y alcanzables de los niños, y no satisfacer aquellos deseos exagerados e insatisfechos. Debido a que existen recompensas correspondientes, los niños sabrán lo que necesitan la próxima vez con la mentalidad correcta.
En segundo lugar, no recompense ciegamente a los niños cuando obtienen buenos resultados en los exámenes. Permítales tomar decisiones basadas en su propio desempeño y en el tipo de recompensas que elijan. Porque sólo si sus esfuerzos son proporcionales a sus esfuerzos, tendrá la motivación para estudiar mucho la próxima vez. Pero los padres no deben satisfacer todos los deseos de sus hijos sólo porque los adoran. Como los deseos del niño nunca podrán satisfacerse plenamente, se volverá más codicioso. Por eso deberíamos alentarlo con recompensas razonables.
No regañes a tus hijos si no obtienen buenos resultados en los exámenes. Ofrezca consuelo y aliento a sus hijos, anímelos a encontrar sus propios errores y trabaje duro para corregirlos en el próximo examen. Sólo así se podrá guiar y animar correctamente a los niños, para que puedan recuperar la confianza para afrontar el siguiente examen. Por eso quiero animarte a que hagas bien el examen y no regañarte por no hacerlo bien. La comunicación correcta con los niños puede ayudarlos a llegar más lejos y avanzar en el camino del desarrollo.