Antes de los 10 años, es un periodo crítico para el desarrollo de la personalidad del niño. Si no se permite que los niños desarrollen un buen carácter durante este período, será más difícil disciplinarlos más adelante. Si los padres pueden establecer estas tres reglas para sus hijos antes de que cumplan 10 años, a medida que crezcan, sus hijos no sólo se volverán más sensatos, sino también más filiales.
Haz lo tuyo.
Hoy en día, muchos padres no están dispuestos a dejar que sus hijos sufran un poco y los prepararán con antelación pase lo que pase. Este tipo de comportamiento de los padres parece amar a sus hijos, pero en realidad hará que los niños desarrollen un carácter vago y egoísta. Cuando estos niños crecen, no sólo les resulta difícil comprender las dificultades de sus padres, sino que también los tratan como sirvientes. Por lo tanto, los padres deben dejar que sus hijos hagan sus propias cosas desde una edad temprana y desarrollen una personalidad independiente. Estos niños trabajarán duro para manejar sus propios asuntos cuando crezcan y no causarán problemas en todas partes ni causarán problemas innecesarios a sus padres.
Ayuda a empacar las cosas de tus padres.
Si los padres quieren que sus hijos comprendan sus dificultades y dificultades, deben dejar que sus hijos les ayuden con las tareas del hogar. Esto no sólo permite a los niños sentir las dificultades de sus padres, sino que también ejercita el espíritu trabajador de los niños. A medida que crecen, los niños no sólo aprenden muchas habilidades de supervivencia, sino que también comprenden a sus padres desde el fondo de su corazón. Cuando estos niños crezcan, no sólo serán muy sensatos, sino también muy filiales. Además, las habilidades prácticas de los niños se volverán muy fuertes, por lo que los padres deben dejar que sus hijos ayuden con algunas tareas del hogar.
No hagas cosas que entristezcan a tus padres.
Todos los padres se sentirán especialmente tristes cuando sus hijos cometan errores. Pero simplemente enseñar a los niños a hacer el duelo no es suficiente. Los padres deben pedir a sus hijos que no vuelvan a cometer el mismo error, de lo contrario serán severamente castigados. Los padres no solo pueden ejercitar la capacidad de autocontrol de sus hijos, sino también ayudarlos a comprender que todo lo que hacen sus padres es por su propio bien cuando crezcan, volviéndose así más sensatos y filiales.