Las pulseras de cobre de la dinastía Qing se caracterizan por una mano de obra exquisita y una pátina gruesa, que pueden considerarse obras de arte perfectas. La superficie de esta pulsera de cobre está grabada con motivos florales, lo que significa flores y riqueza.
Las pulseras son adornos en forma de anillos hechos de oro, plata y jade que se llevan en la muñeca. Según su estructura, generalmente se puede dividir en dos tipos: uno es un anillo cerrado, en su mayoría hecho de jade, y el otro es una boca o varias cadenas, en su mayoría hechas de metal. Según los materiales de producción, se pueden dividir en pulseras de oro, pulseras de plata, pulseras de jade y pulseras de piedras preciosas.