Paso 1: Se ha matado al conejo, pero aún no se le ha desollado ni depilado. Primero se quema el pelo de conejo con gas, luego se raspa el resto del pelo con un cuchillo, se enjuaga, se destripa, se sacan los órganos internos y se vuelve a lavar para su uso posterior.
Paso 2: Escurrir el conejo lavado, hacer unos agujeros directamente en todo el conejo sin pelarlo, y untar todo el conejo con vino de cocción, cebolla, jengibre y ajo picado, por supuesto el interior. También aplicar . Dejar marinar durante más de 1 hora.
Paso 3: Primero mete el conejo salado al horno para que se evapore el vapor de agua, luego ásalo lentamente a fuego lento, dándole la vuelta mientras se asa, recuerda untar con aceite hasta la mitad.
Paso 4: Cuando sientas que la carne del conejo está casi cocida, úntala con una capa de aceite, espolvorea con chile en polvo e incienso trece, y luego espolvorea con cebolla de verdeo picada. Hornea por unos minutos y estarás listo para comer.