En primer lugar, debemos educar a las niñas sobre los peligros. Necesitamos enseñar a las niñas cuándo es peligroso y cómo evitar lastimarse. Por ejemplo, se puede enseñar a las niñas a no tocar a extraños en lugares públicos, a no confiar fácilmente en los extraños y a aprender a estar alerta y tranquilas. A través de esa educación, las niñas pueden mejorar su conciencia de autoprotección y evitar ser violadas por delincuentes.
En segundo lugar, las niñas pueden realizar algunos cursos de autoprotección. Por ejemplo, las niñas pueden tomar algunos cursos de artes marciales, defensa personal, tiro y otros cursos para aumentar sus capacidades de autoprotección. Hacerlo no sólo puede mejorar la condición física de las niñas, sino también mejorar su confianza en sí mismas y su coraje.
En tercer lugar, se debe alentar a las niñas a comunicarse más. Si las niñas tienen dificultades o se sienten inseguras, debemos animarlas a hablar con nosotros y compartir sus problemas y sentimientos. Hacerlo no sólo hará que las niñas se sientan respetadas y comprendidas, sino que también nos permitirá comprender su situación a tiempo y ayudarlas a tomar decisiones y juicios correctos.
Finalmente, es necesario dejarse llevar adecuadamente y darles a las niñas un cierto grado de autonomía y capacidad de pensamiento independiente. Cuando las niñas crecen, necesitan la capacidad de pensar y afrontar las cosas de forma independiente. Se debe dar a las niñas suficiente libertad y espacio para tomar sus propias decisiones bajo la premisa de seguridad y asumir las responsabilidades y consecuencias correspondientes.
En resumen, es responsabilidad de todos los padres brindar educación sobre seguridad a las niñas. Podemos ayudar a las niñas a fortalecer sus capacidades de autoprotección, dominar el juicio correcto y las habilidades de toma de decisiones, y a tener más confianza e independencia en sus vidas futuras, educándolas para que reconozcan los peligros, permitiéndoles participar en cursos de autoprotección, animándolas a comunicar más y dejarse llevar adecuadamente, autonomía.