Ensayo de pedido de comida para llevar

Por la noche, las luces de la calle son brillantes y el fresco viento otoñal no puede calmar el concurrido mercado, donde la gente va y viene.

En mitad de la noche, muchas personas siguen trabajando duro para vivir cuando deberían descansar. En el snack bar abierto toda la noche, el jefe saluda a los clientes por dentro y por fuera, y los repartidores en la puerta cambian un lote tras otro. Para algunas personas, la llegada de la noche supone el comienzo del día.

Nadie no quiere vivir una vida normal. La carga de los adultos es demasiado pesada y, a veces, se sienten sin aliento y aprietan los dientes. No puedo dejar de correr. Me imaginé como una máquina, corriendo sin arrepentimientos.

Ahora ya no es una era en la que la gente puede vivir de alimentos. También es muy ocupado y difícil. En esa época, la gente quería sobrevivir. El esfuerzo era el patrón de esa época, y la vida era ocupada y lenta, como bailar con pluma y tinta. Cada trazo representa esperanza para el futuro.

Afuera de la ventana, las ruedas ruedan y el bullicio de la ciudad es irresistible. Era tarde en la noche y las luces de la calle estaban esparcidas en la pared a través de los huecos de las cortinas. Fuera de la ventana hacía tictac y empezó a llover de nuevo. La lluvia cae sobre las ramas, junto a las hojas muertas, y finalmente regresa al suelo.

Qiu Yu está triste, pero está generando esperanza para una nueva vida. La vida no debe consistir sólo en leña, arroz, aceite, sal, salsa, vinagre y té, sino que todo el tiempo debe reservarse para el trabajo. Detente de vez en cuando, siente la felicidad, disipa la amargura y dale a tu corazón unas breves vacaciones.

En la vida adulta, la tranquilidad es lo más raro. La impetuosidad de correr por la vida es como un fuego ardiente, que insta a las personas a seguir avanzando.

He visto a personas y a sus familias reír y reír después de un duro día de trabajo en la obra. He visto personas que trabajan de 9 a 5 siempre lo pasan mal. El estilo de vida de cada persona es diferente y el estado de ánimo de cada persona también es diferente. Al igual que esta lluvia de otoño, algunas personas sienten frío y otras sienten calor.

Una lluvia de otoño, ¿cuántas veces de ocio y de tristeza? El tictac de las gotas de lluvia golpea el corazón de quienes escuchan la lluvia, recordándoles su anhelo. ¡Tal vez sólo en noches como esta la gente se calme brevemente! Aunque esto no hace feliz a la gente, puede resultar reconfortante.

El otoño siempre llega muy tranquilo. El viento iba y venía silenciosamente. La lluvia siempre llega silenciosamente y cuando me despierto, las hojas caídas están por todo el suelo y la sensación del otoño es espesa.

¿Cuándo podremos ser tan tranquilos, gentiles y pacíficos como el otoño?

Qué poema más bonito. ¡Estar tranquilo significa no acostarse, no obedecer el destino del tiempo y no darse por vencido fácilmente! Lo que debe estar tranquilo es el corazón, para que el corazón pueda estar tranquilo y sereno. Una mente impetuosa no puede guiarnos en la dirección correcta, sino que sólo aumentará nuestros problemas. Cuando estamos ansiosos, perdidos y llenos de preocupaciones, es mejor calmarnos y pensar detenidamente, tal vez de repente nos iluminemos. Resulta que las cosas todavía pueden suceder de esta manera.

Hay que decir que en la vida adulta la tranquilidad es lo más raro. Las alas que ya han volado en solitario se han vuelto muy confusas. La distancia aún está muy lejos y el futuro aún es muy largo.

En este vasto mundo, lo que más tememos es perder el rumbo. Cuanto más pánico sentimos, más confundidos nos volvemos. ¿Por qué no detenerse, observar el paisaje a lo largo del camino, apreciar la prosperidad del mundo, hacer lo que quiera y conocer a las personas que extraña?

¿Sigues despierto bajo el cielo nocturno? ¿Qué te preocupa tanto y quién te preocupa?

Hay tres mil personas ricas y nobles en el mundo, no sólo tres mil. El mundo es muy grande y lejano, y sólo un lado de mi propio mundo es un puerto cálido. En el vasto universo, todos somos existencias pequeñas.

Alguien está contigo al anochecer y alguien te pregunta si las gachas están calientes, si hace calor en invierno, si hace frío en primavera, si hay una lámpara en la oscuridad y un paraguas bajo la lluvia. El hogar es cálido, tranquilo y sereno.

Que tú y yo miremos la luna cuando despertemos y pleguemos flores cuando estemos borrachos. El corazón es como un espejo plano, no llamativo.