El 1 de enero de 1993, Checoslovaquia se dividió oficialmente en dos países: la República Checa y la República Eslovaca.
En las elecciones generales de junio de 1992, dos partidos políticos, el Partido Cívico Democrático y el Movimiento por la Democracia en Eslovaquia, ganaron en la República Checa y Eslovaquia, respectivamente. El 25 de noviembre del mismo año, los líderes de las dos repúblicas decidieron separar las repúblicas federales checa y eslovaca después de consultas, y el parlamento federal aprobó la ley de disolución, que estipulaba que las dos repúblicas quedarían separadas a partir del 1 de enero de 1993. La República Checa y la República Eslovaca se convirtieron respectivamente en estados principales independientes. Tanto la República Checa como la República Eslovaca fueron los estados sucesores de Checoslovaquia. A partir de entonces, Checoslovaquia unificada dejó de existir. Históricamente conocida como "Separación de terciopelo". Después de la división, la República Checa utilizó la bandera de la Checoslovaquia original.