Comunicación directa
Los padres pueden comunicarse con sus hijos de forma más directa, explicarles la importancia de valorar los alimentos y señalar claramente los errores de desperdiciar alimentos. Este método también puede lograr el propósito de educar a los niños.
Evite el espectáculo y la exageración
Si bien hacer que los niños se sientan culpables por sus acciones puede ser eficaz a corto plazo, este enfoque también puede implicar espectáculo y exageración. La mayoría de los niños de hoy son sensatos y los padres deberían evitar este enfoque.
Supervisión continua
No basta con acostumbrar a tus hijos a no desperdiciar comida ni una sola vez. Los padres deben seguir supervisando el crecimiento de sus hijos y corregir rápidamente las conductas derrochadoras si las descubren. De esta forma, los niños pueden desarrollar gradualmente el buen hábito de apreciar la comida.
Paciencia y esfuerzo persistente
Educar a los niños a valorar la comida es un proceso de formación de hábitos que requiere de la paciencia y el esfuerzo continuo de los padres. A través de una comunicación más directa y duradera, se puede guiar mejor a los niños para que aprecien los alimentos y desarrollen su sentido de responsabilidad y conciencia económica.