La lectura en prosa ilumina una vida mejor

En una sociedad de la información que avanza rápidamente, muchas de las razones que persuaden a la gente a leer libros se están volviendo poco convincentes. ¿Puede la lectura ayudar a las personas a adquirir conocimientos útiles? Internet parece estar bien; ¿sientes la distancia en un libro? Entonces, ¿por qué no viajar? ¿Aprecias el impacto que provocan las obras maestras? ¿No sería más conveniente ver la adaptación cinematográfica? De esta manera, la lectura parece haberse convertido en un lujo, cuando no una minoría.

Sin embargo, las personas que realmente aman la lectura no necesitan una razón. El gran placer que obtienen con los libros es suficiente para que la gente se olvide de comer y dormir. Un rincón, un libro y un rayo de luz pueden construir un mundo lleno de color. Eres como un rey, vagando por este mundo que te pertenece, sin pedir nada del mundo exterior. Esta es también la característica fundamental que distingue la lectura de otras actividades de entretenimiento, es decir, es una actividad espiritual altamente personalizada que no depende de otros sentidos. A través de la lectura, finalmente estamos aprendiendo a llevarnos bien con nosotros mismos y podemos obtener un enriquecimiento espiritual a partir de este solitario entrenamiento intelectual. En este sentido, la lectura es un necesario refrigerio mental diario. En el proceso de refrescarse una y otra vez, las personas que son diligentes en la lectura se convertirán gradualmente en personas modernas con ricos niveles espirituales y mentes maduras.

Los antiguos decían: "Si no lees durante tres días, tus palabras se sentirán de mal gusto y tu apariencia será odiosa". Esto no sólo expresa los sentimientos de los espectadores, sino también nos recuerda a nosotros mismos que no leer arrojará polvo sobre nuestra espiritualidad. Algunas personas dicen que los poetas y escritores excelentes deberían cultivar su "alquimia interior" espiritual a través de la lectura, al igual que la gente corriente. Necesitan pulir y cultivar su "alquimia interior" y su "verdadero espíritu" a través de la lectura. Esas páginas en blanco y negro llenas de la fragancia de la tinta fluyen a través de tus dedos, ya sea registrando pensamientos profundos y misteriosos o transmitiendo información desde las profundidades de la historia, y se organizan en maravillosos castillos de palabras en tu mente. El proceso de lectura con un libro en mano es también un proceso de autoeducación y autosublimación. Nos redescubriremos a nosotros mismos en la lectura. Éste es el verdadero significado de "las humanidades son cada vez mejores".

En una sociedad compleja, todo el mundo tiene amigos que saben comunicarse bien, pero puede haber muchas menos personas que sean buenas para estar solas. Si llevarse bien con los demás es una habilidad social necesaria, entonces llevarse bien con uno mismo encarna una valiosa fortaleza espiritual. Demasiadas personas están acostumbradas al ajetreo y el bullicio, pero no pueden llevarse bien consigo mismas ni por un momento. Sólo la lectura puede dar a las personas esta capacidad. Aprendemos a hablar con nosotros mismos al leer, del mismo modo que afrontamos la vida solos en el sentido último. En cierto sentido, la lectura es la salvación de la vida ordinaria, ya que nos permite saltar temporalmente de las cosas triviales que tenemos delante y contemplar las cosas eternas por un momento. Y este es el proceso de desarrollo de la personalidad espiritual.

Leer también es llevarse mejor con el mundo. Abogamos por la lectura, no por quedarnos en casa y aislarnos del mundo. Leer no es escapar del mundo, sino abrazar mejor el mundo y amar a los demás. A partir de la lectura, no sólo podemos hablar con las almas de las personas nobles, sino también ver otro mundo que es más profundo y más amplio que el mundo que tenemos frente a nosotros. Este mundo incluye no sólo el espacio histórico conocido por la humanidad, sino también el espacio espiritual creado por escritores clásicos de todas las épocas. A través de esta actividad espiritual de pensar y viajar durante miles de años, aprenderemos a ser humildes, gentiles y sencillos, y adquiriremos un valioso temperamento de "humildad en el cielo"; aprenderemos a comprender a los demás y al mundo más profundamente y a utilizarlos; tolerancia y empatía por las imperfecciones y deficiencias del mundo.

La lectura es una actividad que casi no tiene umbral. Todos pueden apreciar la belleza de las palabras; la lectura es también una experiencia espiritual que progresa de lo superficial a lo profundo. Requiere perseverancia para entrar en la habitación y comprender de un vistazo. Todos los leopardos. El mundo necesita el fuego de los libros para iluminarlo. Una persona que busca la realización y la perfección interior siempre debe confiar en el refrigerio espiritual que aporta la lectura.