Las personas que ganan salarios altos pero viven una vida minimalista suelen ser personas con ciertas actividades y valores. No persiguen la acumulación y el consumo material, sino que prestan más atención al crecimiento interior, las relaciones emocionales y la satisfacción espiritual. Este estilo de vida generalmente requiere una cierta cantidad de autodisciplina y honestidad para mantener la propia salud espiritual y psicológica. También requiere tomar sus propias decisiones y ajustes al entorno externo y adaptarse a los cambios sociales y a las propias necesidades internas. Es posible que prefieran una vida sencilla, práctica y rústica a una vida de vanidad, lujo y comparación. Es posible que crean en sus propios corazones y tengan una comprensión y una conciencia más profundas del significado de la vida.