¿Cómo manejan los estudiantes universitarios sus emociones durante la epidemia de COVID-19?

Todo el mundo tiene emociones, pero algunas personas pueden controlarlas bien y otras dejarán que sus malas emociones se propaguen. Al final, hacen cosas que no deberían hacer o dicen cosas que no deberían decir, y se arrepienten infinitamente. Las personas que pueden controlar sus emociones buenas y malas pueden controlar sus vidas.

Aprende a desviar tu atención.

Cuando se presente una emoción, no te dejes pensar en eso desagradable, sino aprende a desviar tu atención. Por ejemplo, vayamos a comer primero y ajustemos cuentas contigo cuando regrese; hagamos otra cosa primero. Después de esta distracción, podemos lidiar con estas malas emociones y mirar estos problemas casi como espectadores, y la mayoría de las malas emociones desaparecerán naturalmente.

Aprende a dar un paso atrás y pensar.

Hay un dicho que dice "da un paso atrás y el cielo estará más brillante, y aguanta la calma un rato". Cuando sientas que vas a estar de mal humor, aprende a tomar. Da un paso atrás y piensa, no seas agresivo, preferirías sufrir algunas pérdidas. Además, nadie es perfecto, todo el mundo tiene defectos y toleramos las imperfecciones de los demás. Dar un paso atrás y pensar puede evitar muchos problemas innecesarios y malas emociones.

Busca la causa de la emoción e intenta encontrar una solución a partir de la causa original.

Muchas veces, estamos controlados por malas emociones. Esto es una cosa pequeña. Debido a diferentes opiniones, estallaron peleas y eventualmente se involucraron otras cosas. Cuando se pelea, lo que da miedo es repetir viejas rencillas y cosas que nunca se arreglarán. La pelea se hizo cada vez más intensa y finalmente estalló una pelea. De hecho, la causa del incidente fue por algo muy pequeño. Entonces, cuando surjan malas emociones, trate de encontrar soluciones desde la fuente original.

Piensa en las consecuencias de estar de mal humor.

Cuando quieras dejarte controlar por las malas emociones, piensa primero en las consecuencias. Si no es lo que quieres, aprende a controlarte a ti mismo y a tus emociones. Por ejemplo, si tu esposa no recoge al niño del colegio, el maestro te sigue llamando para insistir, te enojas, pierdes los estribos, regañas a tu esposa y el niño llora, lo que te hace sentir aún más incómodo. Cuando estoy molesto, sobre todo quiero decir algo como "¡Es inútil tener una esposa!" ¡Pero piensa en lo triste que se pondrá mi esposa cuando diga esto! Piensa en las consecuencias antes de hacerlo.

Siéntate, cierra los ojos y respira profundamente.

Imagina cosas bonitas. Por ejemplo, está enojado porque su colega arruinó el plan esta vez. Pero respire hondo e imagine que los proyectos brillantes y exitosos de mis colegas en el pasado se arruinaron porque trabajaron demasiado tarde el primer día, no durmieron bien y estaban en un mal estado mental. Si lo piensas de esta manera, no estarás tan enojado. En cambio, se preocupará por este colega, lo comprenderá y tolerará sus errores porque cree que lo hará mejor la próxima vez.

Desarrolla tus propios intereses y aficiones, y encuentra una salida para desahogarte cuando estés de mal humor.

Deja claro qué te gusta hacer y qué te gusta comer. Cuando se presentan malas emociones, como tristeza y depresión, podemos comer nuestras tartas de huevo portuguesas favoritas; cuando estamos muy enfadados, podemos optar por el boxeo, el puenting, etc. Estas son las cosas que nos encanta comer y hacer. Cuando desahogamos nuestras malas emociones, podemos mirar atrás. De hecho, esas cosas al principio no eran nada en absoluto.

Intenta registrar algo bueno cada día.

Incluso si todos los días ocurren malas noticias, todavía creemos que en nuestros corazones el mundo es hermoso. Intentamos registrar algo bonito cada día, puede ser de otra persona o propio, aunque sea una cosa pequeña, siempre y cuando la encontremos significativa e interesante. Estos pequeños calores son la mejor medicina para curar tu mal humor.

Aprende a convivir con las emociones.

Las emociones son nuestras amigas, no nuestras enemigas, porque todo el mundo tendrá emociones, que son las manifestaciones de una persona normal, por lo que debemos aprender a llevarnos bien con las malas emociones y tratar de abrazarlas. Cuando llega el mal humor, aún podemos afrontar con calma el trabajo que tenemos entre manos y aún podemos saber qué es lo más importante para nosotros. Primero deje a un lado el mal humor y luego trátelo cuando termine de ocuparse de las cosas urgentes e importantes.