Siembra Feliz
La felicidad familiar es la fuente de la felicidad de los niños. Necesitamos enseñar a los niños cómo descubrir y apreciar las pequeñas bendiciones de la vida, para que puedan convertirse en mensajeros de felicidad e influir en las personas que los rodean con una actitud positiva.
Cultivo del amor
Enseñar a los niños la bondad y el cuidado desde pequeños, para que sepan valorar la vida y preocuparse por los demás. De esta manera, los niños pueden convertirse en personas cariñosas y amigables.
Cultivo de la independencia
La independencia no es sólo una capacidad, sino también una actitud ante la vida. Es necesario guiar a los niños para que enfrenten los desafíos de la vida con valentía y no dependan de los demás, para que puedan ser más decididos en su vida futura.
Establecer tres puntos de vista correctos
Como guía para los niños, debemos dar ejemplo y establecer valores, perspectiva de la vida y visión del mundo correctos. Guíe a los niños para que distingan el bien del mal, cultive la integridad de los niños y haga que los niños se conviertan en personas con un fundamento moral.