Hay una historia sobre la fuente de la inflación. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos barcos británicos se hundieron en el Atlántico debido a los ataques de submarinos alemanes y un gran número de tripulaciones cayeron por la borda. Debido al mar frío y a la distancia del continente, la mayoría de los miembros de la tripulación lamentablemente murieron, pero después de una larga prueba, solo un puñado de personas sobrevivió. Cuando la gente se enteró de estos supervivientes, descubrió un hecho muy sorprendente: no todos estos supervivientes eran niños fuertes como la gente imaginaba, sino que la mayoría eran viejos y débiles. Después de un período de investigación e investigación, los expertos finalmente encontraron la respuesta a esta pregunta: la clave para la supervivencia de estas personas reside en su buena calidad psicológica, su fuerte deseo de sobrevivir y su buen sentido del trabajo en equipo. Cuando se encuentran con un desastre, su primer pensamiento es: debo vivir para mi familia. Y esos jóvenes marineros tal vez pensaron más: ya se acabó, estamos tan lejos de la orilla, el agua está muy fría y hay tiburones, no hay manera de que pueda regresar con vida.
En aquel momento, el alemán Kurt Hann sugirió utilizar algunas condiciones naturales e instalaciones artificiales para permitir a los jóvenes marineros realizar algunas actividades y proyectos psicológicamente desafiantes para entrenar y mejorar su calidad psicológica. Más tarde, su buen amigo Lawrence fundó la Escuela de Formación Adebayo Weihai en 1942 para jóvenes marineros. Este fue también el primer prototipo de formación de expansión.
Este novedoso modelo de entrenamiento se mantuvo después de la guerra, después de años de mejora y desarrollo, se ha convertido en nuestro actual entrenamiento de expansión. En la actualidad, la formación de expansión se utiliza principalmente en empresas y equipos para ayudar a los empleados y miembros del equipo a mejorar sus cualidades personales y desarrollar la cohesión del equipo.