Algunos sueños siempre quieren ser olvidados, pero aún así serán recordados. Tú y yo somos extraños, así que ¿por qué preocuparnos demasiado?
Ve, ven, ¿recuerdas cuántas personas pueden sobrevivir? Herido, herido, ¿cuánta gente lo sabe?
Caminando por el camino, familiar y desconocido, pasando uno al lado del otro, solo sabiendo apreciarlo durará para siempre. Tal vez cuando me dé la vuelta, sea un extraño en el mundo. Lo sabré mirándonos y queriendo olvidar.
La luz en ese momento moteó el recuerdo, y todo el pasado pasó en un instante. ¿Cómo puedo leer tus pasos apresurados?
¿Qué tan triste es el desenfoque en tus ojos? No me atrevo a tocarlo por miedo a que se rompa en pedazos.
No hay manera de limpiarlo. Te he ignorado durante muchos años, pero eres mi recuerdo eterno.
Quédate ahí y nunca digas adiós, nunca digas adiós.
Apresúrate, que el tiempo te quite toda tristeza, y una simple pluma te delinee poco a poco.
Solo quiero conservar tu cara más bonita. ¿Entiendes? Quiero tenerte en mis poemas.
Estés aquí o no, te copiaré en el libro, sólo porque allí está la eternidad que quiero.
Cruzar el río de la memoria, poner esas cosas viejas en los pliegues del tiempo y asentarse lentamente,
Leer profunda y superficialmente. Amor, luz, olvido. Personas, cercanas y lejanas.