Un niño con TDAH que tiene una función ejecutiva deteriorada necesita un plan para contenerlo, pero la persona que elabora el plan no suele ser el propio niño, por lo que algunos conceptos son muy pobres. Creemos que nuestros hijos pueden y no pueden, por lo que es fácil planificar de forma estricta o flexible.
Muchos padres dicen que han pedido cita con sus hijos, pero todavía no comen, no se levantan, se olvidan de recoger cosas, etc. mañana, y los planes nunca se mantienen al día con los cambios.
O si el niño no lleva a cabo el plan según lo planeado y no consigue la "pequeña flor roja" del día, se deprimirá y no cooperará...
Nuestro El punto de partida es bueno, pero en la implementación El punto de partida no se sigue en el proceso. No convierta los planes en limitaciones. La figura anterior enumera varios errores que son fáciles de evitar al hacer planes.
En primer lugar, la planificación mediante recompensas tiene una eficacia limitada.
Los padres piensan que formulando planes a través de estas recompensas y luego restringiendo el comportamiento de sus hijos, terminarán de una vez por todas. De hecho, gracias a la práctica de los últimos años, el papel de las recompensas es limitado.
En segundo lugar, no evaluar la conciencia del niño.
Los padres creen que mientras ellos hagan un plan, sus hijos lo seguirán. De ser así, todos los padres se sentirían aliviados. No evalúes la perseverancia y la conciencia de los niños. Esto es difícil de hacer para los adultos, y mucho menos para los niños.
En tercer lugar, los padres son el objetivo de la evaluación en la educación familiar.
En la educación familiar, si los padres quieren que sus hijos desarrollen buenos hábitos, primero deben dar el ejemplo, y son los padres quienes son evaluados en la educación familiar. La mejor manera de establecer una conciencia de las reglas es a través del ejemplo de los padres.
En cuarto lugar, no cree demasiados planes a la vez.
Demasiadas reglas conducirán inevitablemente al fracaso. No debemos hacer planes para controlar y disciplinar a nuestros hijos, sino para ayudarlos a crecer. El plan puede comenzar con uno o dos y luego ajustarse lentamente según la situación real.