10¿Cómo educar a los niños?

1. Dale tiempo a tus hijos para que jueguen como quieran.

El estudioso estadounidense en educación infantil Thomas Armstrong señaló que el juego libre es más beneficioso para la salud de los niños que las actividades planificadas. Los padres deben evitar llenar el tiempo de sus hijos con una variedad de actividades. Todos los niños necesitan un tiempo de juego libre e informal.

2. Enseñe a los niños a preocuparse por los demás

Los niños felices necesitan sentir que tienen conexiones significativas con los demás y comprender lo que significan para los demás. Para cultivar este sentimiento, puedes ayudar a tus hijos a tener más contacto con los demás.

Puedes separar algunos juguetes viejos con tu hijo y donarlos a organizaciones benéficas para ayudar a los niños sin hogar. También se puede animar a los niños a participar en algunas actividades de voluntariado en la escuela.

Los expertos señalan que incluso a una edad temprana, se puede obtener felicidad ayudando a los demás y desarrollar el hábito de ayudar a los demás.

3. Animar a los niños a hacer más ejercicio.

Jugar a la pelota, andar en bicicleta, nadar con tu hijo... Hacer más deporte no sólo puede ejercitar la forma física de tu hijo, sino también hacerlo más alegre.

Mantener una vida activa puede aliviar moderadamente el estrés y las emociones de los niños, permitiéndoles gustarse a sí mismos, tener una imagen corporal más positiva y encontrar diversión y una sensación de logro en los deportes.

4. Reír a menudo

Contar chistes, inventar algunas canciones divertidas y reír con tus hijos será bueno tanto para ti como para tus hijos. Simplemente reír es un buen ejercicio.

5. Elogios creativos

Cuando su hijo se desempeña bien, no se limite a decir "bien". Los elogios deben ser específicos, detallados y señalar lo que es impresionante o mejor que la última vez. Por ejemplo, "Hoy tomaste la iniciativa de darle los buenos días al tío guardia. Es muy educado".

Sin embargo. También debemos prestar atención a los elogios y no fomentar falsas expectativas en los niños. Algunos padres recompensarán a sus hijos con obsequios o dinero para que puedan centrarse en las recompensas que pueden obtener en lugar de en su buen desempeño.

Los padres deben dejar que sus hijos descubran la satisfacción y la sensación de logro que se obtiene al completar algo, en lugar de recompensarlos con recompensas materiales.

6. Garantizar que los niños coman sanamente.

Una dieta saludable no sólo hace que los niños estén físicamente sanos, sino que también los hace más estables emocionalmente. Ya sea en la cena o en la merienda, trate de seguir principios saludables, como una dieta baja en grasas, baja en azúcar, fresca y equilibrada.

7. Estimular el talento artístico interior de los niños.

Aunque los científicos han confirmado que no existe el llamado "Efecto Mozart", exponer a los niños a la música, el arte, la danza y otras actividades aún puede enriquecer su mundo interior.

Los expertos han descubierto que cuando los niños bailan con música o sostienen un cuervo con un pincel, en realidad es una forma de que los niños expresen su mundo interior y expresen sus sentimientos. Los niños que disfrutan dibujando, bailando o tocando música se sentirán más satisfechos consigo mismos.

8.Abrazar con frecuencia

Un abrazo suave transmite cariño infinito y es un "te amo" silencioso. Los estudios han descubierto que el contacto suave y los abrazos pueden hacer que los niños sean más sanos, más activos y más estables emocionalmente. Para los adultos, los abrazos también pueden aliviar el estrés y calmar las emociones inquietas.

9. Escuchar atentamente

Nada puede hacer que los niños se sientan más atendidos que escuchar atentamente. ¿Quieres convertirte en un mejor oyente? No escuches con un solo oído. Cuando tu hijo te hable, intenta dejar lo que estás haciendo y escúchalo con atención. Escuche pacientemente a su hijo. No interrumpas, apresúrate a ayudarlo a expresarse o déjalo terminar la frase rápidamente, incluso si has escuchado lo que dijo muchas veces. El mejor momento para escuchar es cuando acompañas a tu hijo al colegio o lo acuestas.

10. Renunciar al perfeccionismo

Todos esperamos lo mejor de nuestros hijos, pero a veces tenemos demasiadas ganas de corregir o mejorar su desempeño. Por ejemplo, si no te gusta que no hayan limpiado la mesa, simplemente límpiala tú mismo o corrígelos para que coloquen las cosas en una posición determinada. Exigir la perfección en todo debilitará la confianza en sí mismos y el coraje de los niños para no tener miedo a cometer errores. La próxima vez que no pueda evitar querer involucrarse y ayudar a sus hijos a hacer las cosas mejor, debería pensarlo primero: ¿está esto relacionado con la salud o la seguridad? Imagínense, 10 años después, ¿sigue siendo tan grave este asunto? Si la respuesta es no, deja que tu hijo lo haga.