La tiza es una herramienta muy utilizada en la vida diaria y generalmente se utiliza para escribir en la pizarra. En la antigüedad, la tiza se elaboraba normalmente a partir de tiza natural, pero hoy en día se sustituye por otras sustancias.
El componente principal de la tiza es el sulfato de calcio, que es un precipitado de color blanco que no es fácil de descomponer y tiene partículas más grandes que el polvo. En China se utilizan dos tipos de tiza: tiza común y tiza sin polvo. Sus componentes principales son carbonato de calcio (piedra caliza) y sulfato de calcio (yeso), o pueden contener pequeñas cantidades de óxido de calcio.
Historia del desarrollo:
Los primeros humanos descubrieron que el carbón se podía utilizar para pintar. Mucho antes de que se inventara la escritura, los humanos usaban carbón para dibujar, y todavía se pueden ver polvo de carbón o murales hechos de carbón en cuevas de Europa.
En la Edad Media, la gente empezó a descubrir que utilizando cal y agua se podían crear objetos de gran tamaño y grabarlos sobre superficies oscuras o duras de forma similar al carbón. El papel era un artículo caro en aquella época y las inscripciones al carboncillo sobre madera y piedras se borraban fácilmente.