Educador famoso: ¿Qué tipo de educación es “pseudoinnovación”?

En algunos lugares y escuelas, las pseudoinnovaciones y pseudorreformas en la educación básica parecen vigorosas en la superficie, pero en realidad son llamativas y aparentemente innovadoras, pero en realidad son una pérdida de recursos y tiempo y engañan a los niños. Sólo deshaciéndonos de este malentendido la educación podrá desarrollarse sanamente.

La clave para deshacerse de los malentendidos es buscar la verdad y ser pragmático. En primer lugar, debemos formar una comprensión correcta y científica de qué es la innovación educativa y si es necesaria. En segundo lugar, utilizar la "democracia" para controlar y restringir la voluntad y evitar que algunas personas poderosas "secuestren" la educación en nombre de la innovación.

Ya sea reforma e innovación a nivel nacional, regional o escolar, las personas relevantes deben formar una comprensión correcta y establecer una visión correcta de la innovación educativa.

Primero, la verdadera “innovación educativa” no es fácil. No hables con ligereza o falsedad sobre lo que estás haciendo. La innovación debe ser coherente con la novedad y la practicidad. No es novedoso, y los envases y etiquetas del vino viejo en botellas nuevas no son novedosos, pero sí inútiles o incluso perjudiciales, y no es novedoso ni perjudicial, y mucho menos innovador; Muchas de las denominadas innovaciones educativas no son ni novedosas ni dañinas. Son pseudoinnovaciones típicas.

En segundo lugar, no seas supersticioso con respecto a la innovación educativa. Algunas innovaciones educativas son innecesarias. Deberíamos considerar los costos de la innovación y la reforma. Incluso si algunas prácticas cumplen los criterios tanto de novedad como de utilidad, si consumen más recursos que las prácticas existentes, entonces no vale la pena adoptar la innovación. La innovación educativa es sólo un medio, no un fin.

En tercer lugar, la utilidad es más importante que la novedad. Las viejas prácticas que son útiles pero no novedosas son más valiosas que las nuevas prácticas que son novedosas, inútiles o dañinas. Debemos considerar la utilidad, especialmente la eficacia para el desarrollo de los estudiantes, como el punto de partida y el destino de la reforma y la innovación educativas. Algunos métodos son útiles pero no novedosos y no entran en la categoría de innovación educativa. Sin embargo, son más valiosos para el desarrollo integral y de la personalidad de los estudiantes y son más dignos de adopción.

En cuarto lugar, no hay nada de vergonzoso en el "apropiacionismo", pero es ridículo intentar ser diferentes en todo. Es bueno “traer” las buenas prácticas de otros y las buenas prácticas locales. Es ridículo menospreciar el "traer" y pensar siempre que es el primero del mundo y llenar el vacío, para que prevalezca la "innovación". No intentes ser diferente, sé bueno aprendiendo de los demás. Muchas buenas prácticas en educación existen desde hace mucho tiempo. Para la mayoría de las escuelas, basta con aprender plenamente de estas buenas prácticas y aplicarlas.

En quinto lugar, no utilizar “pseudoinnovación” sino “microinnovación”. La reforma educativa no debería tener altibajos. La educación no puede soportar esos altibajos. Necesitamos reformas y microinnovaciones pequeñas y graduales. Este tipo de reforma e innovación no es espectacular, pero sí muy sólida.