La industria cultural toma como actividad principal la producción y provisión de productos espirituales y tiene como objetivo satisfacer las necesidades culturales de las personas. Se refiere a la creación y venta de significado cultural en sí, que en sentido estricto incluye la creación literaria y artística, la creación musical, la fotografía, la danza, el diseño industrial y el diseño arquitectónico.
La industria cultural se puede dividir básicamente en tres categorías:
La primera es la industria que produce y vende productos culturales en formas físicas relativamente independientes (como libros, periódicos, películas, la industria de productos audiovisuales, etc.); la segunda es la industria de servicios culturales en forma de servicios laborales (como representaciones teatrales y de danza, deportes, entretenimiento, planificación, corretaje, etc.); valor añadido cultural para otros bienes e industrias (como decoración, decoración, diseño de imagen, turismo cultural, etc.).