Métodos y experiencias en la educación de los niños

Primero, como padres, tenemos un sentido natural de responsabilidad. Cada camino en la vida es para que los niños lo tomen solos. Sólo cuando cometan errores con las cicatrices los niños recordarán sus experiencias y lecciones. Como padres, nuestras experiencias de vacío no dejarán ninguna impresión en sus mentes. Lo único que podemos hacer es enseñar a nuestros hijos cómo tratar con ellos y consolarlos cuando cometen errores.

2. En segundo lugar, como padre, debes aprender a observar. Los niños son individuos independientes. Lo que tenemos que hacer es ayudarlos a darse cuenta de la dirección de su propia vida, no la dirección establecida por nosotros, y ayudarlos a explorar sus propios pasatiempos y potencial. Lo más importante es establecer en sus corazones un principio y una perspectiva de la vida, que es el resultado final de la vida, para que no crucen algunas líneas morales y legales de alto voltaje en el futuro. Al mismo tiempo, debemos aprender a animar a los niños y desarrollar su confianza en sí mismos.

Por último, lo más importante es aprender a comunicarse, que es la mejor forma de resolver distanciamientos. A veces los niños no toman la iniciativa de comunicarse con sus padres. Podemos hablar con los niños mientras vemos la televisión o nos entretenemos. En este momento, la defensa psicológica del niño es la más vulnerable. Necesitamos saber a partir de la conversación qué tipo de atención y orientación les falta a nuestros hijos, para que puedan integrarse bien en la familia, y sólo así la familia y la relación triangular podrán ser estables (es decir, igualdad mutua).

Una familia en la que los padres rodean a sus hijos es incompleta y cerrada. Si bien es agradable en la superficie, todos esconden algo detrás de escena.

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