Friedman señaló en su libro "Play to Win: Raising Children in a Competitive Culture" que los niños mayores de 6 años notarán naturalmente quién es el más rápido y quién es el mejor en matemáticas. Esto no es malo.
“Hoy en día, los niños pueden competir en muchas áreas”, afirmó. "No lo considere una comparación. Considérelo como una oportunidad para que los niños exploren sus propias fortalezas. Esto les ayuda a desarrollar su autoestima".
Un espíritu competitivo adecuado puede ayudar a los niños a desafiarse a sí mismos . Pero, ¿cómo podemos enseñar a nuestros hijos a no ser arrogantes cuando ganan, a no perder los estribos cuando pierden y a no presumir cuando ganan? Friedman dijo: "¡No es nada difícil! Les dio a los padres los siguientes cinco consejos:
1. Deje que sus hijos aprendan a competir temprano
No tenga miedo de dejar que sus hijos competir "La mayoría de los niños aprenden a competir según las reglas antes del primer grado", dijo Reedman. Hay un beneficio importante al hacer que los niños participen temprano en la competencia: ganar y perder también requiere práctica. Después de la práctica, los niños comprenderán gradualmente que ganar o perder no tiene nada que ver con el individuo.
2. Animar a los niños a apreciar a sus oponentes
La mejor manera de cultivar el espíritu deportivo es enseñar con el ejemplo. "Los padres pueden mostrar buenos modales a sus hijos elogiando a otros niños: '¡Defendió bien!' y elogiando el trabajo en equipo: 'Ese niño levantó a John cuando se cayó'. ¡Papá cree que hizo un gran trabajo! Los niños imitarán las palabras y acciones de sus padres.