Un día después de la escuela, fui a la cocina y saqué dos pepinos del refrigerador. Mi madre pareció comprender mi entusiasmo. Ella sonrió y me dijo: "¡Está bien! Ahora hagamos las rodajas de pepino tan finas como papel".
Primero, mi madre me ayudó a dibujar marcas de cuchillo en el pepino. Bajo la guía de mi madre, corté el primer pepino fácilmente y lo terminé varias veces. Pensé que sería fácil cortar el segundo pepino, pero cuanto más gruesas se vuelven las rodajas de pepino, más difícil es cortarlas. Empecé a desanimarme, pensando que esta habilidad era muy difícil de aprender. Miré a mi madre y descubrí que ella también estaba concentrada en cortar verduras. Miré más de cerca y descubrí que mi madre cortó el pepino tan fino como papel y cada trozo parecía transparente. Le pregunté a mi madre por qué era tan increíble y mi madre respondió: "Mi madre solía tener que cocinar sola para más de una docena de personas. Para que todos puedan comer comidas calientes, no se apresuren a hacer fila. ¿Está bien?"
Escucha. En cuanto a mi madre, creo que debería tratar de ser mejor en lugar de más rápido, y luego aumentar lentamente la velocidad y luego continuar acercándome a mi madre cuando sea competente. Finalmente le pongo los condimentos y espolvoreo con ajo picado, y ya están listas las deliciosas rodajas de pepino.
Las rodajas de pepino se convirtieron en el primer plato que aprendí en mi vida. A partir de este proceso de aprendizaje de la cocina, también me di cuenta de que la vida anterior de mi madre no fue fácil. Estudiaré cocina con más atención en el futuro, con la esperanza de algún día poder ayudar realmente a mi madre en la cocina.