Causa mucho daño
Las investigaciones muestran que los niños que reciben azotes más de dos veces al mes a los 3 años tienen un 50% más de probabilidades de exhibir un comportamiento agresivo a los 5 años. Además, los niños que son castigados regularmente suelen tener un coeficiente intelectual promedio más bajo que los niños que no lo son.
Engañar a los niños
El daño de los azotes va mucho más allá. Este tipo de educación puede hacer que los niños crean erróneamente que la violencia es una forma razonable de resolver conflictos y expresar enojo, lo que les facilita comportarse de manera agresiva.
Trabajemos juntos
¡Trabajemos juntos para abandonar este método educativo obsoleto y dañino y crear un ambiente de crecimiento más saludable y armonioso para nuestros hijos!