Somos padres. Controle siempre el impacto de su comportamiento en sus hijos. Debería haber una línea clara entre lo que podemos gestionar y lo que no podemos gestionar. No dejes que tus hijos tengan un pequeño espacio propio y no interfieras en nada. Es imposible dejar que tu hijo se convierta en una marioneta en tus manos. Debemos respetar a nuestros hijos, comunicarnos con ellos desde una perspectiva igualitaria y aprender a pensar desde su perspectiva. En este caso, los niños estarán dispuestos a comunicarse con sus padres y contarles los problemas que encuentren. Será más útil para el desarrollo de la relación entre padres e hijos entre padres e hijos.
Los padres siempre debemos preocuparnos por nuestros hijos. Las emociones y su salud, pero no demasiado centrado en la vida del niño. Porque a veces los cuidados excesivos pueden convertirse en una forma de control, provocando que los niños pierdan su autonomía. Por eso, como padres, debemos dejar que nuestros hijos desarrollen el hábito de la independencia. No debemos dejar que dependan de sus padres para todo, sino que aprendan a resolver algunos problemas de forma independiente.
Ten cuidado y no interfieras en cosas en las que tus hijos no deberían interferir. De hecho, es muy útil para el desarrollo ideológico de los niños y la mejora del rendimiento académico. Por eso debes tener un buen sentido de la proporción. Demasiada intervención sólo hará que el niño se pierda, y demasiada intervención no le hará ningún bien.