Los teóricos del origen laboral de la educación creen que la educación se originó a partir del trabajo productivo humano. La evolución del simio al ser humano, de la naturaleza a la sociedad, es también el proceso de aparición gradual de la educación. El trabajo forma personas y sociedades, convirtiéndose así en una condición indispensable para la supervivencia humana y el desarrollo social. Para el desarrollo continuo de la humanidad y la sociedad, cada acción individual y mejora de los métodos deben difundirse ampliamente entre el grupo durante el trabajo, de modo que el conocimiento y la experiencia personales puedan transformarse en experiencia humana y transmitirse de generación en generación.
Al mismo tiempo, para coordinar el trabajo productivo y la vida social, las personas necesitan seguir ciertas normas, incluidas las diversas experiencias, costumbres, etiqueta y tradiciones de los grupos en la vida social. Se trata de riqueza espiritual creada colectivamente que debe preservarse, transmitirse y acumularse. Éstos requieren objetivamente educación, y los medios de conservación, transmisión y acumulación son principalmente herramientas y lenguajes creados durante el trabajo, que son las condiciones para las actividades educativas.