En el proceso de donación de libros, puedes optar por donarlos a colegios, bibliotecas públicas y otras instituciones afines, o a personas que quieran aprender, colectivos desfavorecidos, etc. Los libros donados pueden ser libros leídos o libros comprados pero no leídos. Lo que es más digno de mención es que al donar libros, se debe prestar atención a la calidad y los campos de aplicación de los libros, así como a las necesidades reales de la otra parte, y no se debe compensar.
Donar libros no sólo ayuda a fomentar la lectura y difundir el conocimiento, sino que también nos hace ganar algo. Limpiar estanterías, encontrar libros significativos y donarlos no sólo beneficiará a otros, sino que también nos permitirá volver a reconocer el valor y la importancia de los libros. A través de ese comportamiento, podemos convertirnos en una persona más responsable y prestar más atención a las necesidades de los demás, promoviendo así el desarrollo social y personal.