Contenidos de la educación sexual para recién casados

Al prepararse para iniciar la vida matrimonial, las personas deben saber claramente qué responsabilidades tendrán en el matrimonio y cómo cumplirlas satisfactoriamente. Por tanto, es necesario brindar educación sexual a los recién casados. El comportamiento sexual humano no es del todo instintivo, y las novias y los novios que no tienen experiencia sexual pueden saber poco al respecto, o tener una comprensión equivocada, e incluso pueden sentirse avergonzados e infelices. Todo esto se puede solucionar con una buena educación sexual.

La educación sexual de los recién casados ​​debe incluir cuatro aspectos:

1.

El matrimonio es un contrato con sus correspondientes derechos, responsabilidades y obligaciones. El matrimonio no es sólo un acto voluntario de ambas partes para ganarse el amor del otro, sino que también tiene obligaciones morales y limitaciones legales. Por lo tanto, el matrimonio no es arbitrario e inevitablemente estará restringido por muchos factores sociales.

2. Comprender los requisitos de la vida matrimonial.

La familia formada por el matrimonio es la célula de organización social. El matrimonio no es sólo un mundo entre dos personas. Deben manejarse adecuadamente todo tipo de relaciones consanguíneas y de parentesco que de él se deriven. Las relaciones amorosas, las relaciones económicas, las relaciones sexuales y las relaciones jurídicas en el matrimonio se realizan a través de la responsabilidad, la lealtad y la comprensión de ambos cónyuges.

3. Establece las expectativas adecuadas para tu cónyuge.

En los primeros días tras el matrimonio, establecer una expectativa realista puede hacer del matrimonio un hospital para tratar "enfermedades infantiles". Analízate conscientemente, conócete, comprende a la otra persona, ponte en el lugar de los demás. , y lograr una convivencia armoniosa de los recién casados.

4. Visualizar correctamente las diferencias en las características cognitivas entre marido y mujer.

Después del matrimonio, habrá varias cuestiones que requerirán que las parejas consideren y decidan juntas. Deberíamos comprender las diferencias de género de cada uno en nuestra forma de pensar, a fin de establecer una base común para sus actitudes cognitivas lo antes posible. Ninguna de las partes debe ser egocéntrica, sino que debe utilizar las diferencias de cada una como factores complementarios para abordar el problema.