Deja que los niños lo hagan ellos mismos.
Los padres no deben interferir en lo que sus hijos pueden hacer. Sólo necesitan que se les oriente cuando empiecen a clasificar sus juguetes. Si el niño siente que la habitación está desordenada, entonces los padres deben darle algunas "lecciones", como invitarlo a jugar en casa, para que pueda experimentar la importancia de un ambiente limpio y ordenado. De esta forma, los niños poco a poco comprenderán que son responsables de sus propios asuntos.
Desarrollar la capacidad de usar las manos y el cerebro
Para mejorar la capacidad práctica y la respuesta cerebral de los niños, los padres pueden comprar algunos juguetes educativos o juguetes desmontables. Además, llevar a los niños a explorar y hacer ejercicio en la naturaleza también puede ayudar a ejercitar la coordinación de su cerebro y cuerpo.
Enseñar a los niños a preocuparse por los demás.
Como padres, primero debéis ser un ejemplo de cuidado hacia los demás. A través de la imitación y la observación, los niños aprenderán gradualmente a preocuparse por los demás, por lo que estarán más dispuestos a hacer las cosas por sí mismos e incluso a ayudar a los demás. En la vida diaria podemos brindarles a nuestros hijos los cuidados adecuados, como darles masajes y decirles “has trabajado mucho”. De esta manera, los niños pueden sentir que están siendo atendidos.