Cuando un niño pierde los estribos, no lo engatuses mientras no haya peligro, simplemente míralo en secreto e ignóralo.
Adoración
Asegúrate de elogiar a tus hijos cuando no pierdan los estribos, pero cuando los elogies, no digas: “Qué bueno que no perdiste”. tu temperamento.” Esto hará que sus hijos tengan una mentalidad rebelde, haciéndolo sentir como si estuviera descubriendo cicatrices. Dígale: "Me alegro de que lo estés haciendo tan bien". Deja que el niño piense que si se porta bien agradará a los adultos.
Juega con los niños
Mientras elogias, intenta dedicar un tiempo a jugar con el niño, para que sienta que esto es un premio por no perder los estribos.
No te dejes afectar por el llanto de tu hijo.
No te dejes afectar por el llanto de tu hijo. El llanto es el arma mágica de un niño. Mientras lloren, los adultos rápidamente cederán y se adaptarán a las peticiones de los niños o se adaptarán a sus errores. De esta forma, los niños vivirán una experiencia equivocada, es decir, llorarán para someter a sus padres si no están satisfechos. A largo plazo, afectará seriamente el desarrollo del carácter sano de los niños.