En ese momento, no existía yo en el mundo, y yo era el único en el mundo. Era un estado en el que podías comunicarte y hablar contigo mismo por completo. Puedes concentrarte aturdido, como si estuvieras pensando en todo pero en nada.
Aclara tu mente y pregúntate qué quieres decir.
Los pensamientos vacíos sirven para deshacerse de los pensamientos que distraen la mente, para no pensar en esas cosas desordenadas, filtrar los pensamientos privados y concentrarse en hacer una cosa.