Limpieza diaria
Para mantener el brillo de tu lámpara de cristal, una limpieza regular es fundamental. Ya sea una lámpara de techo de cristal o una lámpara de araña, elimine el polvo y las manchas para suavizar la luz. Recuerde desconectar la fuente de alimentación antes de limpiar y reemplazar el colgante de cristal con un nuevo conector de metal. Debido a que el cristal tiene fuertes propiedades físicas, podemos "bañarlo" con detergente diluido. Después del lavado, guárdelo suavemente, enjuáguelo con agua limpia y finalmente vuelva a encordarlo con una nueva cadena colgante de metal para que vuelva a brillar.
Mantenimiento periódico
Además de la limpieza, el mantenimiento también es clave. Revise periódicamente el portalámparas y la fuente de luz de la lámpara de cristal para asegurarse de que estén firmes y libres de óxido. Reemplace las piezas relevantes tan pronto como note signos de óxido o holgura. Para los candelabros de cristal que cuelgan en la sala de estar, verifique cada tres meses si las piezas incrustadas, las cadenas y los ganchos son seguros.
Tabúes de mantenimiento
Evita girar el cuerpo de la lámpara de cristal para evitar que los dientes del tornillo se aflojen. Utilice interruptores de forma adecuada para evitar daños a la fuente de luz. Al mismo tiempo, evite que los niños jueguen con juguetes que puedan chocar con la lámpara de cristal en el interior y que realicen acciones violentas en casa para evitar impactos en el colgante de cristal.
Consejos
Por lo general, lo más adecuado es realizar una limpieza general cada dos años. En cuanto a los bebés en casa, debemos educarles para que manejen, respeten y cuiden con mimo todo lo que hay en casa.