Ser civilizado y educado es el punto de partida de ser un ser humano. Cuando todo el mundo viene al mundo, aprender a ser una buena persona empieza por ser civilizado y educado. Cuando los niños balbucean, los padres primero les enseñan civismo y cortesía. Cuando ingresan a la escuela, los maestros les enseñan civismo y cortesía. Cuando ingresan a la sociedad, se requiere que las personas sean civilizadas y educadas en todas partes. Ser civilizado y educado no sólo trae felicidad y armonía a los demás y a la sociedad, sino que también crea un ambiente amoroso, trae felicidad y calidez a uno mismo. En la vida social moderna, a medida que nuestro país avanza hacia el mundo, el civismo y la cortesía se han convertido en parte integral del entorno de inversión y de la imagen nacional.
Una ciudad llena de civismo y cortesía puede aportar felicidad y confianza a las personas. ?En una ciudad sin civismo y cortesía, por muy buenas que sean las instalaciones, nunca será ordenada y agradable a la vista. La civilización y la cortesía no solo reflejan la imagen personal, la imagen de la ciudad y la calidad de los ciudadanos, sino que también reflejan hasta cierto punto el grado de civilización de la sociedad. Este punto se ha vuelto cada vez más conocido por todos.
Ser civilizado y educado requiere una educación amplia y duradera. La educación social, la educación escolar, la educación familiar y la autoeducación deben convertirse en un sistema orgánicamente integrado para fortalecer la conciencia de las personas de ser civilizados y educados, y su conciencia de la ética pública, cultivar y mejorar la personalidad moral de los ciudadanos y formar un sistema que pueda ser utilizado en las familias, las escuelas, las unidades de trabajo y la sociedad. Todos pueden practicar consciente y voluntariamente hábitos civilizados y educados.