Los japoneses prestan atención a la nutrición de los alimentos, el color y la forma de los platos. El sabor es mayoritariamente salado, ligero y menos aceitoso, ligeramente dulce, ácido y picante.
A los japoneses les gusta comer pescado y diversos mariscos, carnes magras, ternera, pollo, pato, huevos y diversas aves y verduras silvestres, tofu y algas, pero no comen cordero, despojos de cerdo ni carne de cerdo grasosa.
Los japoneses hablan mucho de la ceremonia del té. Les gusta beber té antes y después de las comidas, especialmente té verde.
La comida cruda es una costumbre japonesa, como el sushi sashimi.