Primero, la confusión de roles
Muchos profesores y padres cometen el error de formar a sus hijos como estudiantes. Esto puede parecer correcto, pero en realidad tiene grandes inconvenientes. ¿Los niños tienen que afrontar la presión de los profesores en el colegio y otro al llegar a casa? ¿maestro? ¿Está en casa esta vez? ¿maestro? Incluso mejor que el maestro de escuela. Múltiples presiones pueden hacer que los niños tengan baja autoestima y pierdan su independencia y creatividad originales. Por tanto, los padres no deben cometer errores en sus roles ni pueden educar a sus hijos de la misma manera que educan a los estudiantes.
En segundo lugar, centrarse sólo en las calificaciones
Los profesores y los padres suelen prestar más atención a las calificaciones de sus hijos porque quieren formar niños sobresalientes. Tener altas expectativas para los niños y exigirles que se superen a sí mismos. Pero debido a esto, estos niños carecerán de una educación de calidad. Aunque sus notas son muy buenas, no tienen buen carácter moral, por lo que los niños se verán restringidos a la hora de incorporarse a la sociedad, lo que tendrá un gran impacto en su futuro.
En tercer lugar, limitados por las ideas
Muchos padres, como profesores, están limitados por sus propias ideas. Su círculo no es grande y dedican la mayor parte de su tiempo a enseñar y educar a la gente. Precisamente porque este círculo estrecho afecta las propias actividades y la visión de los niños, los niños no reciben una buena educación. Por lo tanto, algunos maestros capacitan a niños tímidos y cautelosos, que no están dispuestos a correr riesgos y que no tienen creatividad ni capacidad de pensamiento.
Pero nada es absoluto. Por ejemplo, algunos maestros pueden educar bien a los niños, por lo que esto está relacionado principalmente con el método de educación del maestro.