Debido al deterioro del medio ambiente y a la caza a gran escala por parte del ser humano, los cetáceos, especialmente algunos miembros de gran tamaño, son ampliamente cazados debido a su alto valor económico, estando muchos cetáceos al borde de la extinción.
La Comisión Ballenera Internacional (CBI) es una organización internacional responsable de la caza de ballenas y la conservación de los cetáceos. La Comisión Ballenera Internacional decidió tomar medidas para proteger a las ballenas después de que la caza comercial provocara una fuerte disminución en su número. Estos incluyen una prohibición temporal de la caza comercial de ballenas a partir de 1986, y el establecimiento del Santuario de Ballenas del Océano Índico y el Santuario de Ballenas del Océano Austral en 1979 y 1994, respectivamente.
Los científicos británicos utilizan satélites para estimar el número de ballenas y protegerlas.
Contar especies es importante para rastrear las tendencias de la vida silvestre. Si una especie desaparece o su número disminuye, es posible que su hábitat haya cambiado o que partes del ecosistema estén desequilibradas. Los científicos del British Antártida Survey han demostrado cómo se puede utilizar la nueva tecnología satelital para contar ballenas y, en última instancia, estimar el tamaño de su población.
Para la vida marina, la medición y el seguimiento científico suelen ser una tarea ardua y costosa, porque buscar en el vasto océano es como encontrar una aguja en un pajar. Utilizando imágenes satelitales de ultra alta resolución y software de procesamiento de imágenes, los científicos británicos pueden detectar y contar automáticamente las poblaciones reproductoras de ballenas en partes de la Bahía Nueva y la Península Valdez de Argentina.
La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido. Peter Frewell, del British Antártida Survey, la primera persona a cargo del estudio, dijo que el número de ballenas ha sido difícil de estimar y que los métodos de cálculo tradicionales son a menudo unilaterales, costosos e inexactos. Este estudio demuestra que las ballenas pueden identificarse y contarse vía satélite. Los científicos cuentan automáticamente las ballenas en grandes áreas a un costo razonable.
La Expedición Antártica Británica utilizó el satélite WorldView2 para recopilar imágenes de la zona de la bahía donde las ballenas francas australes concentran su apareamiento y reproducción. Las ballenas están en peligro de extinción y actualmente se desconocen su número y tamaño. En los últimos años se han encontrado muchas ballenas muertas en las zonas de reproducción de la Península Valdés, y la tasa de mortalidad de las ballenas recién nacidas ha aumentado dramáticamente, por lo que aún es necesario estimar su población.
Además, en esta zona de muestreo, el agua es tranquila y poco profunda, lo que permite más oportunidades para capturar ballenas desde satélites.
Existen tres criterios principales para identificar ballenas: el tamaño y la forma de los objetos visibles en la imagen deben ser consistentes, deben aparecer en un lugar razonable (un lugar donde a las ballenas les gusta quedarse) y debe haber No habrá (o muy pocos) otros objetos en este lugar que puedan confundirse con ballenas.
A partir de las imágenes satelitales se puede identificar que hay 55 ballenas que son más probables, 23 ballenas que son menos probables y 13 ballenas que tienen características corporales similares. Las futuras plataformas satelitales proporcionarán mejores imágenes para diferenciar entre las madres ballena y sus crías.
Enciclopedia Baidu - Cetáceos
People's Daily Online - Los científicos británicos utilizan satélites para estimar el número de ballenas.