1. Estudiar en el extranjero cuesta mucho dinero.
2. Pero aun así, sigue atrayendo a muchos jóvenes.
3. Si tuvieras la oportunidad, ¿te unirías a ellos? ¿Por qué? Da tus razones.
Ejemplo:
Estudiar en el extranjero
Hace unos días anuncié que estudiaré en el extranjero después de graduarme de la universidad. Mi decisión inmediatamente despertó la oposición de mi familia: y: ¿Por qué? ¿Por qué debería pedir prestada una fortuna para estudiar en el extranjero cuando puedo recibir la misma educación en casa a un costo relativamente bajo? Mi respuesta es: Además de conocimientos, adquiero experiencias que quienes se quedan en casa nunca tendrán.
En primer lugar, la experiencia es una oportunidad de utilizar realmente una lengua extranjera. Si bien uno puede aprender un idioma extranjero en casa, los resultados nunca se compararán con el uso continuo del idioma en la vida académica y diaria. No hay mejor oportunidad para mejorar tus habilidades en un segundo idioma que vivir en un país donde lo hablas. Por ejemplo, después de vivir en países de habla inglesa como Estados Unidos y Australia durante algunos años, mi inglés será tan perfecto como el de los hablantes nativos.
En segundo lugar, vivir y estudiar en el extranjero me dio una perspectiva diferente. En los campus universitarios, los estudiantes extranjeros pueden conocer a compañeros de diferentes países y regiones y estar expuestos a diferentes ideas y valores. Esto me ayudó a obtener una comprensión significativa de las diferentes sociedades e inevitablemente ver mi propio país desde una nueva perspectiva.
En tercer lugar, las experiencias en el extranjero, aunque frustrantes y dolorosas, pueden ser gratificantes. Una persona que estudia en el extranjero a menudo experimenta más dificultades: dificultad para adaptarse a una nueva cultura y dificultad para afrontar todos los problemas por sí solo. Sin embargo, esta dificultad, junto con la frustración causada por el choque cultural, puede ser una experiencia beneficiosa para la vida futura y el desarrollo de la personalidad.
Si bien viajar al extranjero es costoso y puede resultar doloroso, las recompensas valen la pena. Porque el beneficio no es sólo el conocimiento adquirido, sino la experiencia necesaria en la vida personal.