Elige un momento y lugar adecuados
Asegúrate de criticar sin interrupciones para que tu hijo pueda escuchar tus sugerencias con total atención.
Mantén un tono tranquilo
Expresa tus opiniones en un tono tranquilo y racional y evita ser demasiado emocional o duro.
Escuche la perspectiva de su hijo.
Dar a los niños la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos ayuda a mejorar la comprensión y la confianza mutuas.
Señale específicamente el problema
Señale claramente las áreas en las que el niño necesita mejorar en lugar de una crítica general.
Proporcione sugerencias constructivas
Proporcione sugerencias y métodos específicos para ayudar a los niños a resolver problemas y mejorar su comportamiento.
Fomente la autorreflexión
Guía a los niños para que piensen en sus propios comportamientos y elecciones, y haz que los niños sean conscientes de sus responsabilidades e impactos.
Elogie a los niños por sus esfuerzos
Cuando los niños hagan cambios positivos, felicítelos y afirme oportunamente para estimular la confianza en sí mismos y el entusiasmo de los niños.
Asegure la coherencia
Sea coherente en sus críticas a su hijo y evite dobles raseros o ser demasiado indulgente.
Predicar con el ejemplo
Como padre, sus acciones y actitudes pueden tener un profundo impacto en sus hijos. Así que predique con el ejemplo y demuestre valores y comportamientos correctos.