El verdadero problema en la educación de Confucio

La respuesta correcta es a.

Análisis; Confucio, el primer educador vocacional de la historia, propuso la idea de que no hay distinción entre educación y educación, y creía que la educación no puede ser sin amor, al igual que aprender las tareas no puede ser sin agua. El Sr. Tao Xingzhi abogó por el amor en todo el mundo, lo que demuestra la importancia del amor para la educación.

En el < & lt; tercer párrafo, se menciona que debemos amar a los estudiantes. Este es el requisito profesional para que los maestros sean modelos a seguir y los requisitos morales básicos de comportamiento para tratar con los demás. Como maestro, sólo manteniendo el amor en tu corazón podrás convertirte en un maestro calificado.

Amar a los estudiantes encarna sentimientos morales, y amar a los estudiantes también es un deber ineludible de un maestro. Como profesor, debo decir a mis alumnos: no es fácil para mí no amar. Los maestros son una profesión especial. Su trabajo principal es educar a las personas, incluida la transmisión de información, la organización, la orientación y la demostración. Sin embargo, el amor de los maestros por los estudiantes es el puente entre estudiantes y maestros y es la base de la enseñanza y la educación de las personas. Una encuesta sobre la calidad de los docentes muestra que tanto los padres como los propios docentes otorgan importancia a la calidad de los docentes y todos ponen el amor por los estudiantes en primer lugar. Los educadores siempre han considerado que amar a los estudiantes es la base de los profesores. Confucio, el primer educador profesional de la historia, propuso la idea de que no hay distinción entre educación y educación, y creía que la educación no puede ser sin amor, al igual que aprender los deberes no puede ser sin agua. El Sr. Tao Xingzhi abogó por el amor en todo el mundo, lo que demuestra la importancia del amor para la educación.

Pero el amor de un maestro por sus estudiantes debe ser una emoción profesional, no una emoción personal, por lo que el amor del maestro es un amor universal más que una preferencia. Los profesores deberían amar a todos los estudiantes, no a algunos. No importa qué clase enseñe un maestro, no importa si los estudiantes a los que enseña son los mejores o los malos estudiantes, todos reciben el mismo trato y no pueden ser seleccionados en función de los intereses personales del maestro; de lo contrario, no será un verdadero amor hacia el maestro. En segundo lugar, el amor de un docente por sus alumnos es una emoción moral, no una emoción personal, y debe basarse en la necesidad de enseñar y educar a las personas. Este amor debe combinarse con la compasión. Al igual que las metáforas de la gente, el amor del maestro tiene tanto la inocencia y la bondad del amor de la madre como la severidad y solemnidad del amor del padre.

El amor de los profesores por los estudiantes tiene un gran impacto en el desarrollo de los estudiantes. Cuando los estudiantes sientan que sus profesores confían en ellos, tendrán un sentimiento de orgullo y alegría, y tendrán un mayor sentido de confianza en sus profesores, promoviendo así la armonía entre profesores y estudiantes. En la práctica educativa, los docentes deben dar plena confianza a los estudiantes con buena conducta y progreso académico, o a los estudiantes que cometen errores y obtienen malas calificaciones. La práctica ha demostrado que sólo cuando un maestro está lleno de amor por sus alumnos su efecto educativo puede ser particularmente sobresaliente.