Afirmación plena del propio valor cultural. La fuente de vitalidad para el desarrollo de la civilización es la innovación, mientras que la autoconfianza cultural es la afirmación plena del propio valor cultural y la práctica activa del mismo. La innovación es una fuerza importante para promover el progreso y el desarrollo de la civilización. Sólo mediante la innovación continua podrá la civilización mantener su vitalidad y competitividad y adaptarse continuamente a los cambios y el desarrollo de los tiempos.