En primer lugar, no inculques conocimientos simplemente para llenar la cesta. No es más que maestros inculcando conocimientos a los niños. En esta frase, un niño equivale a una canasta. En el proceso de aprendizaje, los maestros simplemente enseñan conocimientos a los niños. Se puede decir que este tipo de enseñanza es una especie de enseñanza intensiva, que en realidad es un problema de la educación actual orientada a exámenes. Porque muchas veces los maestros enseñan a los niños sin prestar atención al desarrollo integral del niño, solo para que obtenga buenas calificaciones. Por eso a esto también se le llama llenar la canasta, pero la esencia de la educación no es así. Hay que encender las luces.
En segundo lugar, la educación es un faro. Mucha gente ha escuchado el dicho de que el maestro es el jardinero y el maestro es el guía. De hecho, esto también se llama iluminación. Pero la esencia de esta oración es que los niños pueden aprender espontáneamente, es decir, a través de la guía de los maestros, los niños pueden comprender la importancia del aprendizaje y luego encontrar sus propios métodos de aprendizaje y su propia energía en el aprendizaje. Como dice el refrán, encender la lámpara es también la esencia de la educación. La educación es como un faro. Continúa iluminando a cada niño, para que cada niño no sólo aprenda conocimientos, sino que también les permita iluminar a otros, porque cuando crezcan comprenderán lo importante que es este conocimiento y cómo se debe llevar a cabo este tipo de educación.
En lugar de simplemente impartir conocimientos a los demás, igual que imponemos algo a los demás y no nos importa, pero la educación no es así. Educarlo es una cuestión de largo plazo. Cuando el niño crece y se convierte en padre, puede darle estas cosas y ahora puede contárselas a los demás, y esa es la esencia de la educación. Una lámpara enciende otra lámpara y todos lentamente brillan juntos.