Sin embargo, debemos analizar este problema en esencia. Aunque Napoleón fue coronado emperador, salvaguardó los resultados de la revolución burguesa, salvaguardó objetivamente los intereses de la burguesía y promovió el desarrollo del capitalismo. Su esencia es consistente con la Declaración de Derechos Humanos, y ambas son productos de la revolución burguesa. Si la "Declaración de Derechos Humanos" es la ideología rectora, entonces el proclamado emperador de Napoleón es la garantía de los logros de la revolución burguesa. Ambos sirven a la misma clase y pertenecen a la misma esencia.
Y Napoleón se proclamó emperador en gran medida porque el prestigio personal de Napoleón llegó al extremo y recibió el apoyo de la gran mayoría del pueblo francés. En aquella época, la monarquía constitucional burguesa era relativamente popular y avanzada en el continente europeo. No se puede decir que el hecho de que Napoleón se proclamara emperador fuera un paso atrás en la historia.
Entonces la visión es unilateral.