El inglés y el latín pertenecen a la familia de lenguas indoeuropeas, que se pueden dividir en lenguas orientales y occidentales. Las lenguas orientales incluyen el baltoeslavo, el indoiraní, el armenio y el albanés. Las lenguas occidentales incluyen el celta, el italiano, el griego y el germánico. El inglés y el latín pertenecen a la familia de lenguas indoeuropeas occidentales, el inglés pertenece a la familia de lenguas germánicas de la familia de lenguas occidentales y el latín pertenece a la familia de lenguas italianas de la familia de lenguas occidentales.
El latín tiene una gran influencia en el inglés. Por primera vez, en el 55-54 a. C., los romanos invadieron las Islas Británicas. En el año 410 ocuparon casi toda la isla. El idioma utilizado por las legiones romanas era el latín.
El segundo impacto importante se produjo a finales del siglo VI, cuando los misioneros romanos de habla latina liderados por San Agustín introdujeron el cristianismo en Gran Bretaña. También llevaron el latín a Gran Bretaña. Por ejemplo, muchos términos religiosos como abad, cirio, altar, amén y apóstol fueron importados del latín.
La tercera gran influencia se produjo durante la etapa moderna inglesa (1500-1700) en Europa se lanzó un movimiento para estudiar las obras clásicas griegas y romanas, que fue el Renacimiento. El latín y el griego son considerados lenguas que representan el gran patrimonio literario del mundo occidental. Durante este período, muchos traductores tradujeron obras latinas y griegas al inglés y trajeron una gran cantidad de latín al inglés.
Ahora hay muchas palabras latinas en inglés.