Parte 1: El hombre prehistórico
Capítulo 1 Introducción: La naturaleza de la historia mundial
Capítulo 2 El hombre: recolector de alimentos
La Ilustración de la historia hasta hoy: la naturaleza de la naturaleza humana
Segunda parte: la civilización clásica en Eurasia (antes del 500 d.C.)
La Ilustración de la historia hasta hoy: la naturaleza de la naturaleza humana p >
En 1971, el mundo entero quedó sorprendido y emocionado por el descubrimiento de Tasaday. Los Tasaday son una tribu recolectora de alimentos que vive en una isla completamente aislada llamada Mindanao, que pertenece a Filipinas. En total sólo hay 27 tribus. Durante al menos seis siglos, los antepasados de Tasadai vivieron vidas casi idénticas. La característica más obvia e importante de este pequeño grupo es que no son nada agresivos. No tienen palabras para "armas", "hostilidad", "odio" o "guerra". Pero desde que entraron en contacto con forasteros, han utilizado con entusiasmo el cuchillo de polo (un cuchillo largo usado por los filipinos) porque es mucho más avanzado que las herramientas de piedra que usaban para recolectar alimentos, talar árboles y partir arbustos. Pero se negaron a usar lanzas y arcos porque no podían usarlos para recolectar comida. Distribuyeron cuidadosamente toda la comida que recolectaron (incluyendo batatas, frutas, bayas, flores, pescado, cangrejos y ranas) por igual entre todos los miembros del grupo.
La gente duda y coincide en la autenticidad de las condiciones de vida de Tasadai. Sin embargo, a medida que se siguen descubriendo otros grupos con características similares en todo el mundo, la importancia de Tasaday como representante universal de los humanos prehistóricos reconocido por los antropólogos sigue siendo significativa. Los Tasaday también son importantes porque eran recolectores de alimentos, al igual que lo eran antes de la Revolución Agrícola, hace 80 años en la historia de la humanidad. Si los humanos de todo el mundo hubieran sido tan amantes de la paz como Tasadai durante estas decenas de miles de años, entonces no podríamos aceptar la idea común de que los humanos son inherentemente agresivos.
Desafortunadamente, al mismo tiempo que el tasaday era conocido en todo el mundo, también se descubrió en Papúa Nueva Guinea otro grupo de 30 personas, los fen tou. La gente de esta tribu son guerreros feroces que luchan constantemente con arcos y flechas. El mismo fenómeno paradójico ocurre entre los indios americanos: los comanches y los apaches entrenan a sus hijos para ser soldados, mientras que los hopi y zunis todavía entrenan a sus hijos para vivir una vida pacífica.
Entonces, ¿qué nos dice todo esto sobre la naturaleza humana? Los registros históricos muestran que los seres humanos por naturaleza no son ni paz ni guerra; no están inclinados a la cooperación ni a la agresión. No son sus genes los que determinan el comportamiento humano, sino la forma en que la sociedad les enseña. El psicólogo Albert Bandura ha realizado específicamente esta investigación. La naturaleza humana, concluyó, es "una capacidad latente que puede ser moldeada en muchas formas por la influencia social... La agresión no es una característica innata e inmutable de los seres humanos, sino más bien el producto de un entorno social que fomenta la agresión". p>