Noche de Otoño de la Prosa

A veces me gusta pasear solo al atardecer de principios de otoño. Frente a la brisa que soplaba en mi rostro, el frescor se filtró en mi corazón. Caminando bajo un árbol, una hoja caída accidentalmente cayó sobre mi hombro, suavemente, como si contara el susurro de la estación, siendo testigo del pasado en el camino.

Las calles aparentemente prósperas y hermosas están llenas de tráfico. Sin embargo, después de un rato, la noche abrazó el vasto e infinito espacio, que resultaba solitario y decepcionante. Toda la risa desaparece en el tiempo que ya no existe y se convierte en un recuerdo permanente. La noche estaba brumosa, la lámpara estaba en la esquina y hacía un poco de frío. En una noche de principios de otoño, una luna brillante brilla intensamente, a miles de kilómetros de distancia, envuelta en un humo frío. Quizás haya una sensación cálida a la suave luz de la luna. Aquí los sueños se entrelazan en infinitas alegrías y tristezas, mezclándose con la tranquilidad de la luz de la luna, despertando a personas y cosas que han estado entumecidas durante mucho tiempo. Vuelva a comprender la belleza de la vida y esas imperfecciones y arrepentimientos impotentes.

La noche de otoño es tan tranquila, mi corazón está un poco estéril e indefenso. El alma vaga en cada momento de esta noche, siempre queriendo dormir con esta noche en cada momento, recordando cada pedacito de vida que alguna vez le perteneció.

Pero no hay momentos que se puedan salvar conmigo.

Quizás siga sintiéndome solo en la noche de otoño. ......