Dos hombres pasaron recientemente cinco días en una isla de coral y desearían haberse quedado allí más tiempo. Llevaban un barco muy averiado desde las Islas Vírgenes a Miami para repararlo. Durante el viaje, su barco comenzó a hundirse. Rápidamente cargaron comida, cerillas y latas de cerveza en un pequeño bote de goma y remaron varios kilómetros a través del Mar Caribe hasta llegar a una pequeña isla de coral. Casi no hay árboles en la isla ni agua, pero eso no es un problema. Estas personas utilizan botes de goma para recoger el agua de lluvia. Como trajeron un fusil, tenían mucha comida. Pescaban langosta y pescado todos los días y, en palabras de uno de ellos, "comían como reyes". Cuando un camión cisterna los rescató cinco días después, ambos hombres sintieron sinceramente tener que irse.
Volumen 4
Los pollos sacrificados en Estados Unidos no son aptos para adornar las mesas europeas, afirman funcionarios de Bruselas. No, dicen los estadounidenses: nuestras aves de corral están bien, simplemente las limpiamos de otra manera. Hoy en día, son las diferencias en las regulaciones nacionales, no los aranceles, las que obstaculizan el comercio entre los países ricos. No son sólo los agricultores los que se quejan. Las afeitadoras eléctricas que cumplen con los estándares de seguridad de la Unión Europea deben ser aprobadas por inspectores estadounidenses antes de poder venderse en Estados Unidos, y las máquinas de diálisis fabricadas en Estados Unidos también necesitan la aprobación de la UE antes de comercializarse en Europa.
Da la casualidad de que las afeitadoras que son seguras en Europa tienen menos probabilidades de electrocutar a los estadounidenses. Entonces, las empresas de ambos lados del Atlántico se preguntan: ¿por qué dos pruebas cuando una puede hacerlo? Los políticos están de acuerdo en principio, por lo que Estados Unidos y la Unión Europea han estado tratando de llegar a un acuerdo que eliminaría la necesidad de realizar pruebas dobles a muchos productos. Esperan completarlo antes de la cumbre comercial de Estados Unidos y la UE el 28 de mayo. A pesar del optimismo de los negociadores, los detalles son lo suficientemente complejos como para que les resulte difícil llegar a un acuerdo.
¿Por qué? Una dificultad es la construcción del protocolo. Los estadounidenses estarían felices de acordar estándares para dispositivos médicos y luego cerrar diferentes acuerdos que cubran, por ejemplo, la fabricación de productos electrónicos y farmacéuticos. La UE -siguiendo una buena tradición continental- espera llegar a un acuerdo sobre principios universales que puedan aplicarse a muchos tipos de productos y tal vez extenderse a otros países.
De: The Economist, 24 de mayo de 1997
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