Antes de ir a la escuela, dejábamos que nuestros padres nos supervisaran todo el tiempo, por lo que vivíamos en un ambiente muy seguro. Y cuando vamos a la escuela, nuestros padres no pueden vigilarnos, están preocupados por nosotros, así que empiezan a decirnos cómo mantenernos a salvo. Lo más importante es no hablar con extraños. Cuando somos adolescentes, todavía no podemos juzgar quién es una buena persona y quién es una mala, por lo que es mejor no hablar con extraños. A las personas malas les gustará hablar con los adolescentes y quieren hacer algo para atraer la atención de los adolescentes para poder engañar a los niños y hacerles hacer cosas malas con ellos. Para mantener seguros a los adolescentes, se les enseña a mantenerse alejados de los extraños.
Antes de ir al colegio, nuestros padres siempre nos cuidaban, por lo que crecimos en un ambiente muy seguro. Sin embargo, cuando vamos a la escuela, nuestros padres no pueden vigilarnos. Estaban preocupados por nosotros, así que empezaron a enseñarnos cómo mantenernos a salvo. Lo más importante es no hablar con extraños. Como adolescentes, no tenemos la capacidad de juzgar a las personas buenas y malas, por eso es mejor no hablar con extraños. A los malos les encanta hablar con los adolescentes. Quieren hacer algo para atraer la atención de los adolescentes y así incitarlos a hacer cosas malas con ellos. Para mantener seguros a los adolescentes, estos deben mantenerse alejados de los extraños.