Ama tu trabajo
Dedícate a tu trabajo, ama a los estudiantes, enseña y educa a las personas, sé responsable de todos los estudiantes, déjales aprender primero y luego enseñar.
Enseñar a los alumnos según sus aptitudes
Como docente, la actitud correcta debe ser cultivar talentos de forma ecléctica y enseñar a los alumnos según sus aptitudes.
Apreciar a los estudiantes
Mirar a los estudiantes con aprecio. Si los maestros miran a los estudiantes desde una perspectiva de desarrollo, encontrarán que los estudiantes tienen muchas ventajas. Más estímulo, más aprecio y más oportunidades les permitirán ganar confianza ante los ojos del aprecio.
Ser generoso con los demás
es tratar a los estudiantes con una actitud tolerante. Como maestro del pueblo, debes saber ser tolerante, mirar las cosas desde una perspectiva amplia y tratar a los demás con una mentalidad amplia. Todo estudiante inevitablemente comete algunos errores. Los maestros excelentes pueden utilizar su propia manera de llegar a los estudiantes y de sus corazones, haciéndose amigos que puedan comunicarse entre sí con sinceridad, logrando así el propósito de la educación.