Camellos caminando sobre la nieve en el desierto del Sahara. ¿Qué quieres decir cuando ves una escena así?

Cuando el camello caminaba lentamente sobre la nieve del desierto del Sahara, lo que vi no fue lo triste que estaba el camello solo en la nieve del desierto del Sahara. Al contrario, creo que en este momento está sumamente feliz, al menos está libre. No pude evitar imaginarme como este camello. Si lo fuera, probablemente sería feliz. .....

Caminar en el desierto sin fin sin compañeros ni amos, y con mal tiempo, puede ser doloroso para un camello, pero yo no soy un camello sin entender el dolor. Al igual que un viajero al que le gustan los paisajes pastorales y anhela vivir solo en el campo, no conoce el sufrimiento de los agricultores y la amargura de enfrentarse al loess.

Después de permanecer mucho tiempo en una gran ciudad, bajo la presión del trabajo y la vida, no puedo evitar tener la idea de viajar solo por el mundo. Todavía no tengo trabajo y todavía no puedo vivir de forma independiente. Pero no sé qué me presiona tanto que me hace no querer disfrutar de una vida tranquila, sino envidiar a un camello.

No sé cuándo comencé a anhelar la libertad. Tal vez cuando estaba en la escuela primaria, mi madre siempre me regañaba para que comiera más, o cuando estaba en la escuela secundaria, mi madre me pedía que estudiara mucho. Si no, deberían ser mis familiares y amigos recientes los que me instan a buscar trabajo, buscar pareja y vivir solo... También estoy muy ansioso, pero no puedo solucionar todos los problemas en poco tiempo. Todo necesita un proceso, pero las personas que te rodean nunca te darán tiempo.

Creo que aquí todo el mundo está bajo presión. Creo que pocas personas pueden hacer lo que realmente les gusta. Todos anhelamos la libertad y todos estamos atados de manera invisible. Después de ser humanos durante mucho tiempo, entramos en contacto por primera vez con los animales. No parecen estar bajo tanta presión como nosotros y parecen ser capaces de hacer lo que quieran. Al igual que este camello que camina por el desierto del Sahara, puede caminar muy lentamente y no necesita preocuparse por no poder alcanzar a los demás. Puede caminar grandes distancias y no parece necesitar volver a casa. Puede encontrar cualquier amo que sea bueno con él y no necesita preocuparse si el amo es rico o no. Mientras puedas alimentarlo, eres un buen amo.

A los ojos de la gente corriente como nosotros que nos hemos asomado al mundo de los camellos, quizá sean tan simples que empezamos a envidiarlos. Pero, después de todo, somos seres humanos y tenemos que afrontar la vida que vivimos y soportar presiones que no podemos soportar. Así que en este momento sólo merezco sentir envidia. Quizás no sé qué es la verdadera libertad, pero siento que no soy feliz en este momento.

¡Camello, camina despacio! Quizás algún día seré libre y me convertiré en tu seguidor.